Columnas y editoriales

La Primera Mañanera de Claudia Sheinbaum. Las Juventudes y el Compromiso con la Justicia.

En su primera mañanera como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo no solo respondió preguntas; se comprometió con el pueblo, en especial con las juventudes, cuya historia y reivindicaciones son vitales para la construcción del país. Con la frescura de quien llega con la responsabilidad de gobernar, Sheinbaum abordó temas cruciales como la justicia para pueblos indígenas y el papel de las nuevas generaciones en la defensa de causas justas.

Una de las preguntas más incisivas provino de un periodista de Telemax, quien le recordó la lucha histórica de los pueblos Yaquis y la reciente entrega del bastón de mando. La presidenta enfatizó que más allá de los planes de justicia, se trata de un reconocimiento constitucional que otorga derechos plenos a los pueblos indígenas. Este es un paso esencial, no solo para reparar el daño histórico, sino para garantizar que estas comunidades tengan un presupuesto propio en el próximo ejercicio fiscal. En sus palabras, “la esencia de México está sustentada en la fuerza cultural de los pueblos originarios”.

El diálogo con los periodistas también tocó la importancia del activismo juvenil. Sheinbaum recordó cómo los movimientos estudiantiles de 1968, el CEU y #Soy132 abrieron brechas para la lucha democrática en el país. Su mensaje a los jóvenes fue claro: deben conocer su historia y permanecer en contacto con el pueblo, luchando por la justicia. En un mundo donde la indiferencia puede ser la norma, la presidenta convocó a las juventudes a salir y hacer oír sus voces, enfatizando que la historia les ha legado la responsabilidad de buscar un México más justo.

La cuestión de la seguridad, otro tema candente, no pasó desapercibida. Al ser consultada sobre la situación en Sinaloa, Sheinbaum aseguró que su gobierno se enfocará en un diagnóstico integral de la violencia y en la colaboración con la fiscalía para fortalecer la coordinación. Aunque Sinaloa no figura entre los estados con mayor número de homicidios, la presidenta se comprometió a continuar con una estrategia de atención a las causas, un enfoque que busca involucrar a los jóvenes en alternativas constructivas y alejarlos de la violencia.

La presidenta también se refirió a la disculpa pública ofrecida a los pueblos Yaquis por el gobierno de López Obrador, enfatizando que reconocer los errores del pasado es esencial para la construcción de un futuro más digno. Esto, afirmó, no solo engrandece a los pueblos, sino que también establece un precedente en la relación entre el Estado y sus comunidades.

El encuentro dejó claro que el nuevo gobierno se propone construir un diálogo abierto y honesto con la ciudadanía. En sus respuestas, Sheinbaum mostró una actitud de escucha y compromiso, consciente de que el camino hacia un México más justo y equitativo está lleno de retos, pero también de oportunidades para todos, especialmente para las nuevas generaciones.

La primera mañanera de Claudia Sheinbaum no fue solo un evento informativo; fue una invitación a la participación activa y consciente de las juventudes en la lucha por la justicia y la memoria histórica. En un país que ha vivido tantas injusticias, el compromiso de un gobierno que escucha y responde es más necesario que nunca. Las juventudes, con su energía y determinación, son la clave para forjar un futuro que reconozca y valore las lecciones del pasado.

En su primera mañanera como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo no solo respondió preguntas; se comprometió con el pueblo, en especial con las juventudes, cuya historia y reivindicaciones son vitales para la construcción del país. Con la frescura de quien llega con la responsabilidad de gobernar, Sheinbaum abordó temas cruciales como la justicia para pueblos indígenas y el papel de las nuevas generaciones en la defensa de causas justas.

Una de las preguntas más incisivas provino de un periodista de Telemax, quien le recordó la lucha histórica de los pueblos Yaquis y la reciente entrega del bastón de mando. La presidenta enfatizó que más allá de los planes de justicia, se trata de un reconocimiento constitucional que otorga derechos plenos a los pueblos indígenas. Este es un paso esencial, no solo para reparar el daño histórico, sino para garantizar que estas comunidades tengan un presupuesto propio en el próximo ejercicio fiscal. En sus palabras, “la esencia de México está sustentada en la fuerza cultural de los pueblos originarios”.

El diálogo con los periodistas también tocó la importancia del activismo juvenil. Sheinbaum recordó cómo los movimientos estudiantiles de 1968, el CEU y #Soy132 abrieron brechas para la lucha democrática en el país. Su mensaje a los jóvenes fue claro: deben conocer su historia y permanecer en contacto con el pueblo, luchando por la justicia. En un mundo donde la indiferencia puede ser la norma, la presidenta convocó a las juventudes a salir y hacer oír sus voces, enfatizando que la historia les ha legado la responsabilidad de buscar un México más justo.

La cuestión de la seguridad, otro tema candente, no pasó desapercibida. Al ser consultada sobre la situación en Sinaloa, Sheinbaum aseguró que su gobierno se enfocará en un diagnóstico integral de la violencia y en la colaboración con la fiscalía para fortalecer la coordinación. Aunque Sinaloa no figura entre los estados con mayor número de homicidios, la presidenta se comprometió a continuar con una estrategia de atención a las causas, un enfoque que busca involucrar a los jóvenes en alternativas constructivas y alejarlos de la violencia.

La presidenta también se refirió a la disculpa pública ofrecida a los pueblos Yaquis por el gobierno de López Obrador, enfatizando que reconocer los errores del pasado es esencial para la construcción de un futuro más digno. Esto, afirmó, no solo engrandece a los pueblos, sino que también establece un precedente en la relación entre el Estado y sus comunidades.

El encuentro dejó claro que el nuevo gobierno se propone construir un diálogo abierto y honesto con la ciudadanía. En sus respuestas, Sheinbaum mostró una actitud de escucha y compromiso, consciente de que el camino hacia un México más justo y equitativo está lleno de retos, pero también de oportunidades para todos, especialmente para las nuevas generaciones.

La primera mañanera de Claudia Sheinbaum no fue solo un evento informativo; fue una invitación a la participación activa y consciente de las juventudes en la lucha por la justicia y la memoria histórica. En un país que ha vivido tantas injusticias, el compromiso de un gobierno que escucha y responde es más necesario que nunca. Las juventudes, con su energía y determinación, son la clave para forjar un futuro que reconozca y valore las lecciones del pasado.

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